jueves, 15 de septiembre de 2011

FELIZ AÑO NUEVO

Frente al mar

Desde siempre mi vida se ha regido por un calendario distinto, el escolar, primero como alumna y después como profesora, de ahí que el mes de septiembre sea el comienzo de todo, del nuevo año, de los nuevos propósitos, y que el otoño siempre haya significado un renacer.

El curso escolar comienza para todos, volvemos con las pilas puestas a emprender una nueva etapa, que para unos supone curso nuevo, para otros distintos alumnos/as y para algunos, entre quienes me hallo, supone un comienzo, una nueva etapa en otra ciudad, con otro paisaje y otros rostros. No quería dejar pasar la oportunidad de dedicaros unas letras, y aquí estoy, sentada en la terraza del que será mi nuevo hogar, frente al folio en blanco, el mar y el horizonte siempre azul. 

Parafraseando a Sabina, a mí sí me gustaría que este adiós maquillase un hasta luego, por tanto esto no es ninguna despedida, es simplemente una reflexión en voz alta de mi paso por el Antonio de Mendoza (en adelante el Mendoza), ya en le memoria que presenté al final de la fase de prácticas señalé que “mi paso por el Mendoza ha sido además de una experiencia nueva y notablemente positiva, un recorrido apasionante. El reto y la aventura que comenzaron en septiembre del pasado año están próximos a su fin, y aunque no es  más que un primer paso en esta carrera que no ha hecho más que comenzar y por la que siento una absoluta vocación, que sale reforzada de esta experiencia, he aprendido mucho, aunque sé que es mayor lo que queda por aprender, y estoy convencida de que he tenido mucha suerte con este mi primer destino, por ser un centro con un ambiente de trabajo estupendo, un alumnado poco o nada problemático y que incluso me atrevería a calificar como bastante “cariñoso” y noble en general y con una Directiva y unos compañeros que destacan a nivel humano y que han hecho que me sienta “como en casa”, sin su inestimable ayuda habría sido más difícil llegar a este punto. 

No sé si algún día volveré a formar parte de este gran equipo, pero estoy segura de que no voy a olvidar la experiencia que supone haber formado parte del mismo.

Dejo en el instituto compañeros y amigos, de ellos ya me despedí, ahora quiero hacerlo con los alumnos, aunque a algunos tuve la suerte de veros por allí el último día, como a María, Noelia, Beatriz, Lorena, José  Miguel o Custodio. Gracias a todos por haber recorrido conmigo este camino, por los buenos ratos que hemos vivido juntos y los malos (porque de esos he aprendido mucho) y en especial a aquellos que me habéis estimulado en esta tarea con vuestra curiosidad y vuestro entusiasmo, especial mención merece mi tutoría, 2º D, es muy difícil mencionaros a todos, aunque a todos quiero agradecer la emotiva despedida que me brindasteis el día de la entrega de notas, en vuestra carta decíais que no teníais nada que ofrecerme, os equivocáis, es mucho lo que me habéis ofrecido y lo que he aprendido de vosotros (no olvidar que los profes, a veces, también aprenden de sus alumnos), y especialmente gracias a Noelia Pérez, María José y José Luis (Da Vinci) por haberme ayudado en muchas ocasiones, pero sobre todo y principalmente porque sin vuestra inquietud y curiosidad las clases no habrían sido las mismas, vuestras preguntas y vuestro interés han sido el mejor estímulo para seguir aprendiendo y para seguir amando esta profesión (por cursi que suene). También gracias a 1º A, (los Aristoi y el grupo destinatario de mi proyecto de prácticas), con vosotros he pasado muchas horas y me he divertido mucho, a Daniel agradezco el saber que había al menos una persona en clase que me escuchaba siempre, y a Felipe el haberme incentivado con su descubrimiento a volver a poner en marcha la idea de este blog, y a ti, David, por venir a verme el día del examen.

A todos Feliz Año Nuevo, aprovechad el curso, aprended, disfrutad, y no deis mucho la lata a los compis que se quedan.

Un abrazo a todos, y en cuanto tenga ocasión prometo visitaros.